sábado, 1 de diciembre de 2012

“El diario el Día y el 2 de abril: entre las críticas y los apoyos a la dictadura”

Introducción:
El diario El Día de La Plata, en el período que abarca desde el 30 de marzo hasta el 4 de abril de 1982 con respecto a su postura política con el régimen de Leopoldo Fortunato Galtieri; tuvo su punto de inflexión con los sucesos históricos de la recuperación de la Islas Malvinas ocurrido el 2 de abril de dicho año. En este sentido, el historiador platense Cesar Luis Díaz en “La Nación y Clarín frente a la violencia política 1976-1980. Dos casos de periodismo hermesiano” sostiene que este diario (“El Día”), ejerció un “periodismo pendular” frente al gobierno de facto; es decir que en algunos momentos apoyaba abiertamente a la dictadura y en otros la criticaba duramente. Todo lo contrario a lo que ocurría con lo que Díaz denominó el “periodismo de la dictadura” (Convicción y La Opinión) y “los socios” (teniendo en cuenta la construcción de Papel Prensa S.A: La Nación, Clarín y La Razón). Volviendo al carácter “pendular” de El Día, las posturas cambiantes se puede observar en las columnas de opinión y de editorial del período que abarca desde el 31-3-1982 hasta el 4 de abril (en medio de la vorágine por la recuperación de las islas). Desde finales de Marzo le cuestionaba su responsabilidad por la crisis económica que estaba sufriendo el país, con las escaladas de precios y los despidos masivos en las industrias que se estaban produciendo en La Plata y sus alrededores. Además, El Día le criticaba la falta de una salida democrática del “proceso”, porque consideraba que este ciclo histórico ya estaba “terminado”. (Editorial 26.3.82) Esto se puede reflejar por que en sus páginas se difundían las actividades de la “multipartidaria” (conglomerado de partidos políticos y agrupamientos sindicales-sociales que reclamaban una vuelta al estado democrático) y de la CGT. Este bloque político nació en 1981, integrada por los partidos Unión Cívica Radical, Partido Justicialista (peronista), Intransigente, Demócrata Cristiano y Movimiento de Integración y Desarrollo, que tuvo como objetivo presionar al régimen para que abandonara el poder y se estableciera el orden democrático. Bien define Luis Alberto Romero el contexto político, económico, social de esa época en su libro “Breve historia de la argentina contemporánea”: Romero asegura que”Desde 1980 los dirigentes del Proceso discutían la cuestión de la salida política. Les preocupaba la crisis económica, el aislamiento, la adversa opinión internacional (en la que pesaban cada vez mas los reclamos por los derechos humanos, que el gobierno trataba de minimizar tachándolos de “campaña anti argentina”) y sobre todo los enfrentamientos intestinos, que a la vez dificultaban los acuerdos necesarios para la salida buscada”. Desarrollo: La huelga del 30 de marzo de 1982 Ante esta crítica situación económica y política antes señalada, El Día apoyó abiertamente al paro y movilización convocada por la CGT (Central General de los trabajadores) y la Multipartidaria. En ese entonces, la organización sindical estaba liderada por el dirigente cervecero Saúl Ubaldini, quien fue parte del proceso que llevó a la unidad de varias corrientes gremiales contra la dictadura y los dirigentes sindicales colaboracionistas. Mientras tanto, en su portada principal del miércoles 31 de marzo, El Día se encargaba del enrarecimiento de las relaciones con Inglaterra, a partir de la toma por la marina argentina de las Islas Georgias y Sándwich del sur (“La Flota de Mar navega en aguas del Atlántico Sur. Inició un desplazamiento operacional. Por lo menos un submarino de propulsión nuclear británico se dirigía hacia la zona del conflicto. Costa Méndez reiteró que el gobierno argentino "no cederá ante ninguna presión". Calificó a la situación actual como "en extremo peligrosa"); en su interior cubrían la represión a la manifestación de la CGT en la plaza de mayo:” Impidieron la realización del acto anunciado por la CGT. Serios incidentes. Numerosos detenidos y varios heridos” (pagina 3 del mismo día). A su vez, informaba sobre el ataque realizado por la policía a los periodistas que estaban siendo testigos de este histórico día:” Agresiones a la prensa. Durante los incidentes registrados ayer en la capital federal a raíz de la convocatoria de la CGT, varios periodistas y reporteros gráficos fueron objeto de agresiones por parte de efectivos de seguridad”. En este sentido, se destacaba la foto de un fotógrafo que era detenido y reprimido por fuerzas de la policía federal: un documento simbólico que se convirtió en unos de los emblemas de lo feroz que fue el “proceso”. En otras paginas, se puede observar la actitud crítica de El Día con respecto al gobierno del dictador Leopoldo Galtieri, porque se difunde las repercusiones de la represión; con repudios de la Multipartidaria y donde dicha agrupación sostenía que Buenos Aires “parecía una ciudad ocupada, sitiada, con un despliegue policial inusitada”, y exhortaba a Galtieri la inmediata libertad de los presos del gigantesco operativo. En esta misma pagina y con el titulo “repercusión en el interior” se informa que también fue dura la respuesta castrense a otras manifestaciones de la CGT y de la Multipartidaria en Mendoza, Tucumán, Rosario, San Juan y Córdoba con detenidos y heridos. En esa misma fecha, el periodista Antonio Cesar Morere en una nota de opinión titulado “Acuerdo o antiacuerdismo” describió el momento político de ese entonces; donde distintos sectores pedían por una salida democrática al régimen y sobre las divisiones internas de los jefes del ejército argentino con respecto a este tema. Morere afirma que a partir de un posible “Estatuto de los partidos políticos” que la dictadura establecería “a mediados de este año”; el proceso les propondría a los demandantes una salida gradual sin plazos hacia la democracia, mediante un acuerdo nacional. Según opina este periodista a esta propuesta le sobrevendría la respuesta negativa de los partidos y de los sindicalistas; ya que sostenían que el entonces estatuto vigente alcanzaba y servía para lograr reorganizar los partidos políticos y para normalizar la democracia. Es decir, propugnaban por una aceleración de los tiempos en contra del intento del régimen por sobrevivir a la complicada situación de esos años. Entre los que rechazarían el acuerdo se encontraban el Partido Intransigente, el alendismo y a lo que Morere denominó como la “izquierda tradicional”; por otro lado estaban los federalistas, que estaban de acuerdo con el pacto pero sin excluir a los radicales. Antonio Morere concluye en que al fin y al cabo, la Multipartidaria aceptaría la propuesta de la dictadura, para de este modo encontrar una solución a la salida constitucional del proceso. Dicha hipótesis quedó sin sentido por los hechos del 2 de abril; donde después de una derrota durísima y con la presión del pueblo argentino; los militares se tuvieron que ir del poder sin acuerdos ni indultos. Repudio a la represión del 30 de Marzo y Malvinas El 1 de abril mientras seguía destacándose en portada los hechos de las islas del atlántico sur; un subtitulo señalaba que “Siguen detenidos los dirigentes de la CGT” (p.3) y que si esto seguiría ocurriendo, la central obrera amenazaría con la realización de paros escalonados para lograr la liberación de los sindicalistas, entre ellos Saúl Ubaldini. Por otra parte, un recuadro informó el repudio a la represión por parte de sectores políticos y de derechos humanos. La actitud del diario frente a las decisiones tomadas por Galtieri con respecto a la manifestación político sindical del 30 de marzo quedó plasmado en una nota de Ramiro de Casasbellas titulado “una injusta prohibición” (1/4/82) donde el periodista condena la ilegalidad de la protesta dictada por la dictadura días atrás, señalando que esta CGT no es la misma de 1945 cuando se adueñaba de la plaza de mayo o era la que aplaudía los golpes de estado producidos contra Frondizi e Illia. Casasbellas (muerto en 1999) fue un destacado periodista que para muchos impulsó la renovación del periodismo argentino, labor plasmada en Primera Plana (fundado por Jacobo Timmerman), La Opinión y La Nación, entre otros. Sufrió apremios en 1976 después del secuestro de Timmerman. Por otra parte, el 2 de abril, mientras la noticia predominante era la recuperación de las Islas Malvinas con sus repercusiones en Argentina y en el mundo, en sus páginas posteriores seguían haciéndose notar las condenas por la represión del 30 de marzo. En la nota :“Rechazo político a la represión de cegetistas”, aparecen declaraciones del Consejo Nacional Justicialista presidido por Deonlindo Bittel donde afirmaban: “La movilización de la CGT marcó un rotundo triunfo del pueblo, cansado de las frustraciones, promesas y desgobierno”. También aparece en este artículo el repudio(a la represión de la huelga del 30 de marzo) del dirigente de Renovación y Cambio: Raúl Ricardo Alfonsín, quien afirmó que el pueblo le dijo “ya no va más “a la dictadura porque se dio cuenta de que los militares no son los dueños del país. Pero lo que mas llamó la atención de esta nota es que también condeno la represión el genocida Emilio Massera, con su partido “Para la Democracia Social” (PPDS) quien sostuvo que el gobierno “con una acción provocadora y arbitraria impidió el ejercicio pacifico del derecho a peticionar”. En esta misma edición (2/4/82) se da a conocer un repudio de la ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) “por la actitud contra un periodista” y la detención de un reportero del diario “Noticias Argentinas”. Es decir, que al mismo tiempo que el diario platense aplaudía la recuperación de las Malvinas, condenaba los atropellos contra periodistas en la marcha de la CGT del 30 de marzo. Aquí se hace evidente lo que Díaz denominó el “periodismo pendular” de “El Día”. También este diario criticaba por estos días la política económica del “proceso”, acusando al proyecto de ser el culpable de la crisis económica y financiera que la Argentina vive desde 1980; donde se incrementó la deuda externa por la especulación y el antiindustrialismo del régimen. En este sentido, El Día se sumaba a los reclamos de la Multipartidaria, de la CGT y de otros organismos nacionales e internacionales; de una salida democrática de la dictadura militar. En esos días, quien respondía negativamente a dichas demandas del periódico era el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, el Gral. Alfredo Saint Jean (quien era el ministro de Interior de Galtieri), reflejadas en una nota (“La argentina vive tiempos políticos (1/4/82) donde afirmaba entre otras cosas que la dictadura no le cerraba el diálogo a otros sectores políticos de la sociedad argentina en búsqueda de una solución a la crisis; pero que esto no significaba que los tiempos políticos tenga como consecuencia “aventuras electorales”. Pero los tiempos se aceleraban, y la decisión de Galtieri de recuperar las islas Malvinas se produjo ante la desesperación que le produjo observar la enorme crisis económica, social y política que estaban desbordando al país. En medio de la algarabía popular por la recuperación de las Islas, aún resonaban en el diario las repercusiones por la feroz represión del gobierno que le brindó a la CGT, a la Multipartidaria y a los mismos periodistas el 30 de marzo. Ramiro de Cascabellas otra vez vuelve a destacarse por sus criticas al régimen, en una nota titulada: “Gobernar es informar”. (2/4/82). En esta columna de opinión repudió que los medios de comunicación audiovisual de la capital federal no informaron sobre los desmanes producidos en plaza de mayo (“unas de las noches mas dramáticas de la dramática historia argentina contemporánea” dice); sosteniendo irónicamente, que la única fuente de información que encontraron fue un comunicado del ministerio del interior “una joya de las vaguedades -típica de la Uganda de Idi Amín Dadá- “. Es muy interesante esta columna que publicó Cascabellas, porque es una especie de “adelanto” de lo ocurrirá meses después con durante la contienda militar de las Malvinas, donde la desinformación fue moneda corriente por parte del régimen. Vale señalar que “El Día” (junto con otros medios nacionales) informaron correctamente los acontecimientos del 2 de abril, pero con el correr del tiempo, y cuando se estaba avizorando la derrota, la censura se impuso sobre estos medios. Finalmente, entre el 3 y el 4 de abril los sindicalistas no pudieron estar afuera de la euforia patriótica malvinense; y desde varios gremios manifestaron su apoyo a la recuperación de las Islas. El secretario de la regional San Martín de la CGT Hugo Curto manifestó que “el pueblo va a apoyar” este tramite, pero recordó que la soberanía va mas allá de las reafirmaciones territoriales, por que consiste también en cubrir las necesidades económicas del pueblo argentino. A su vez, Jorge Triaca, secretario adjunto del gremio de los plásticos también apoyo la “gesta”. Por su parte, la CGT sostuvo que va a poner en “espera” sus reclamos de pan y trabajo; pero que esto no significa que “van a negociar” con un gobierno que los agravió anteriormente. A partir de entonces, el sentimiento malvinense encubrió (aunque temporalmente) los graves problemas económicos y sociales que el proyecto neoliberal de la dictadura había llevado a cabo desde el 24 de marzo de 1976. En un artículo publicado el 4 de abril titulado “Malvinas, lo nacional sobre lo sectorial”, Rodolfo Audi se refirió a la tregua sindical con Galtieri:”En apenas cuarenta y ocho horas, los dirigentes sindicales pasaron de la euforia y la radicalización a la mesura y a la prudencia, de la denuncia a la adhesión y de un estado casi de clandestinidad, cuando no de reclusión, a la reaparición pública promovida por el gobierno” Audi finaliza su opinión afirmando que “los cegetistas” vivían en una confusión política (motivada por la represión del 30 de marzo), que solo la reflexión podría aplacar. El apoyo a la recuperación. Desde mediados de marzo las portadas de “El Día” se referían al conflicto con Gran Bretaña por las Islas del Atlántico Sur, y donde ya la cuestión Malvinas entraba en agenda aun antes de que todo el país hablase de ella. Por ejemplo el 31 de marzo una nota:” Malvinas, año 151” planteaba sobre la posibilidad de un cambio de actitud del gobierno argentino sobre las Malvinas (a partir del conflicto por las Islas Georgias), pues consideraba que la cancillería ha generado mares de paciencia frente a la diplomacia británica. El día 31 de marzo y el 1 de abril, esta temática ocupaba un espacio primordial en el diario; junto con las repercusiones del 30 de marzo. El 2 de abril titulaba “Recuperación de las Islas Malvinas”. “La Argentina se aprestaba hoy a desembarcar en las islas, después de haber denunciado en las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, la crítica situación planteada por la "amenaza británica del uso de la fuerza". Efectivos de las tres armas se desplazaron ayer hacia la zona austral”; “La invasión es inminente" afirmó Gran Bretaña en la ONU”. El día 3/4/1982 anunciaba: “Argentina controla las Islas Malvinas. Culminó con éxito un operativo combinado de las Fuerzas Armadas, que permitió la recuperación de las Islas Malvinas. El desembarco se inició a las 6.30 y durante los enfrentamientos armados resultó muerto un oficial de la Armada Argentina y otros dos efectivos fueron heridos. La población civil del archipiélago se mantuvo ajena a los choques. Habría buques ingleses en las proximidades de las islas”. Mientras tanto,”Galtieri declaraba: "El país se apresta a defender lo que le es propio”. “Gran Bretaña rompió ayer relaciones con Argentina. Enviará una flota, que tardará dos semanas”. ”Afirmaciones de nuestro país en la ONU: "La soberanía no es negociable “.”Estados Unidos abogó por el retiro de nuestras fuerzas.”. “Fervor popular. La ciudadanía se volcó a las calles en todas las capitales provinciales y otros lugares del país, para festejar con júbilo la toma de las Islas Malvinas por parte de las tropas argentinas” Por último, el día 4 el periódico decía:” El Gral. Mario Benjamín Menéndez viaja hoy a las Islas Malvinas. El primer mandatario de la nueva Gobernación Militar de las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur asumirá su cargo en los primeros días de la semana próxima. Galtieri y los miembros de la Junta Militar se trasladarán también al archipiélago.”. Poco después, Galtieri aclaraba algunas cuestiones: "Si se nos ataca, la Nación presentará batalla"”. ”Se demandó en la ONU la retirada argentina. “Votación adversa en el Consejo de Seguridad.” ”Gran Bretaña anunció el envío de una "gran flota". “Congelamiento de propiedades argentinas” Como se puede observar a partir del día 2 de abril, la recuperación de las Islas acaparó toda la atención del medio (en las tapas) olvidándose de la represión a la manifestación de la CGT el 30 marzo y a la grave crisis económica del país. En su interior, “El Día” legitima la “gesta”, a través de la utilización de términos como “usurpación” (de los británicos sobre las islas) o bautizando como “hecho histórico” la recuperación. En una columna editorial (sin firma) del 3 de abril denominada “La fuerza como instrumento de la razón”, el diario apoya el uso de la violencia como legitimización de los “lógicos” derechos soberanos sobre las Malvinas; por que los años que las islas estuvieron en manos británicos fue por la lentitud o la paciencia de la diplomacia argentina, siempre en pos de soluciones pacificas de los conflictos entre países. Asimismo, en la nota de opinión titulada “el paquete austral” de Manfred Schonfedl , se destaca que las preocupaciones del país están centrados sobre varios temas referidos al sur argentino: los conflictos limítrofes con chile, la cuestión de las Islas del Atlántico Sur y la Antártida Argentina. Schonfedl afirma que este paquete de “problemas” debe solucionarse nudo por nudo, calculando con cuidado los pasos a seguir; pues una equivocación en este sentido puede complicar el futuro de la soberanía argentina sobre estos puntos geográficos. Siguiendo con esta idea, el periodista señala que desde años se viene aplicando una política exterior pacifica que benefició al imperio británico, un ejemplo de ello fueron las pocas respuestas que obtuvo el país a los reclamos ante organismos internacionales por el tema Malvinas y Georgias del sur. Schonfeld culmina su nota afirmando que el objetivo final de todos estos hechos sobre las islas del sur tiene un nombre: la Antártida; donde afirma que para muchos científicos es el continente del futuro. Con esta línea conceptual Schonfeld apoya la recuperación de las islas; porque esta decisión estratégica repercutiría en el futuro en los objetivos geopolíticos del país. Es más, el 4 de abril publica “Cuestión austral: el próximo paso “donde efusivamente llama a las tres fuerzas armadas a ocupar los archipiélagos del sur, sin perdidas de tiempo: “hay que lanzarse a su recuperación al costo que fuere y sin fijarse en la reacción de terceros”. Schonfeld cierra esta idea sosteniendo que si esto se produce (recuperación de todas las islas) Argentina seria una potencia, debido que en el contexto mundial de esos años; el atlántico sur volvió a ser importante para la geopolítica mundial perdida por la apertura del canal de Suez. Por otra parte Ramiro de Cascabellas en “Sin Cálculos políticos” (4/4/1982) apoya la posición del régimen sobre Malvinas en el sentido de que la decisión tomada por el régimen militar no tuvo motivos políticos y que solo obedece al cumplimiento de “un mandato” que viene desde los orígenes de la tradición histórica argentina. En esta columna, Cascabellas resalta textualmente lo que dijo Galtieri el día 3 de abril: “En su mensaje de ayer el general Galtieri sostuvo que las islas fueron recuperadas “sin tener en cuenta el cálculo político alguno “El hecho de armas “ha sido pensado -agregó, con acierto y equidad- en nombre de todos y cada unos de los argentinos, sin distinción de sectores o banderías, y con la mente puesta en todos los gobiernos, instituciones y personas que en el pasado, sin excepciones y a través de 150 años han luchado por la reivindicación de nuestros derechos”(…) Conclusiones: Con esta nota, finalmente el diario define su postura de apoyo a la decisión de la dictadura de recuperar las Islas Malvinas, remitiéndonos al discurso que le brindó Ricardo Balbín al ataúd de Juan Perón en 1974; donde esta reconciliación (UCR-PJ) se convirtió en un símbolo de la unión de los argentinos en un contexto de violencia política e institucional. Galtieri y Cascabellas quisieron transmitir esta imagen al pueblo argentino, frente a la grave crisis política, económica y social del 30 de Marzo (con los argentinos separados y enfrentados), le sigue este momento histórico donde el nacionalismo malvinense pareció tapar todos los problemas del país. Por otra parte, declaraciones de Monseñor Plaza en una nota titulada “Nuestra patria tiene derecho a lo que es suyo” (3-4-82 )interpreta ese momento histórico comparándolo con el concepto romano del sentido de la propiedad con una frase: ”Rex Clamet Clominum Etiam In ore Iupi” (Las cosas aunque estén en la boca del lobo, claman por su dueño); es decir sosteniendo que las Malvinas son propiedad nuestra, apoyando (como es de costumbre) las decisiones de la dictadura. Para finalizar, también existen notas que utilizan términos con palabras claves que nos remiten a épocas fundacionales de nuestra historia argentina Por ejemplo e l ministro de Gobierno Dr Gaston Pérez Izquierdo afirmó que es una “epopeya” histórica que ha comenzado hoy y que seguramente va a costar sangre y vidas (4/4/1982). Es decir comparó (quizás algo lógico) el fenómeno del 2 de abril con otras epopeyas de nuestra independencia como las batallas de San Martín o Belgrano o las realizadas por el imperio romano miles de años atrás. El 4 de abril “El Día” publica “Severa critica de diarios chilenos a la “reconquista”. Es decir que el medio platense compara los hechos de las Malvinas con las batallas contra el mismo enemigo (imperio británico) para reconquistar Buenos Aires de sus intentos de invasión en 1806 y 1807. En definitiva y tomando como referencia el libro de Cesar Luis Díaz; el diario El Día tuvo una actitud “pendular” frente a la dictadura militar del dictador Leopoldo Galtieri: es decir entre el 31 de marzo hasta el mismo 2 de abril, criticaba a la dictadura militar en sus editoriales y notas de opinión por la represión a la marcha del 30 de marzo en la plaza de mayo (con repudios por agresión a la prensa etc.). A partir del 4 de abril, y con columnas de opinión ya antes citada; “El Día” manifiesta su abierto apoyo no solo a la recuperación de las Malvinas, sino de todas las que componen el atlántico sur. Bibliografía: DÍAZ, César L. “La Nación y Clarín frente a la violencia política 1976-1980. Dos casos de periodismo hermesiano”. En: SABORIDO, Jorge y BORRELLI, Marcelo (Comps.). Voces y silencios: la prensa argentina y la dictadura militar 1976-1983.Buenos Aires, Eudeba. 2011. DÍAZ, César L. Nos/otros y la violencia Política 1974-1982.El Herald, La Prensa y El Día. La Plata, Ediciones Al Margen, 2009. Luis Alberto Romero. “Breve historia de la argentina contemporánea” Escudero, Lucrecia. “Malvinas: el gran relato. Fuentes y rumores en la información de la guerra”. Barcelona, Gedisa, 1996. Sitios web http://www.lanacion.com.ar/160648-murio-el-periodista-ramiro-de-casasbellas (Casasbellas) http://ciudadanosilustres.blogspot.com.ar/2009/12/cesar-luis-tato-diaz-biografia-invitado.html (Tato Díaz) http://saulubaldini.com/home.htm (Ubaldini) http://edant.clarin.com/diario/1997/09/23/t-01101d.htm (Deonlindo Bittel) http://www.adepa.org.ar/portada/ http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/amin.htm (Idi Amín) http://apbaelsindicato.blogspot.com.ar/2007/09/homenaje-al-periodista-politico-y.html (Audi) http://armandovidal.com/administracion/index.php?option=com_content&view=article&id=651:mandred-schoenfeld-liberal-y-valiente&catid=198:periodistas-de-raza-y-lucha&Itemid=73 (Manfred Schönfeld)

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