miércoles, 1 de julio de 2009
EL ESTABLISHMENT YA CONSPIRA
la uia cree que el gobierno quedó debilitado y anunció que irá al congreso a reclamar medidas a favor de las empresas
Primera movida del establishment tras la elección
Los industriales reclaman rebajas de impuestos, límite a la intervención del Estado y una postergación de las paritarias. Se les unirá el resto del G-7.
Tras la derrota oficial en las elecciones parlamentarias, el establishment decidió aceitar su lobby sobre el Congreso, donde los empresarios evalúan que ahora tendrán más aliados que en la Casa Rosada. La primera en poner proa hacia Rivadavia y Callao fue la Unión Industrial (UIA), que ayer reunió a sus dirigentes del interior y trazó un primer balance patronal de las elecciones. En breve se le sumará el resto del Grupo de los Siete (G-7), que también incluye a la Bolsa, los bancos, las constructoras, el comercio y el campo. El objetivo es “abrir nuevos canales de diálogo” para imponer una serie de reclamos que arrastraban desde antes de los comicios: postergación de las negociaciones salariales por la crisis, rebaja de impuestos y retenciones, coto a la intervención del Estado en la economía y reapertura de las negociaciones con el Club de París y los bonistas que rechazaron el canje de 2005.
Desde que se empezaron a conocer los resultados del domingo, el empresariado entró en estado deliberativo. Todos esperan que el Gobierno anuncie un recambio del gabinete y ponga al frente del Ministerio de Economía a una figura de mayor peso que Carlos Fernández, para inyectar confianza frente a la crisis. Pero al margen de los nombres, el poder económico espera un viraje en la estrategia oficial. Y se siente más fuerte para lograrlo.
A la reunión de ayer de la UIA faltó su titular, Héctor Méndez, ausente con aviso por una intervención quirúrgica. Tampoco estaban los vices primero y segundo, Miguel Acevedo (Aceitera Deheza) y Luis Betnaza (Techint). Pero había altos ejecutivos metalúrgicos, automotrices, textiles, madereros, agroindustriales y alimentarios. Y enviados del interior, que abundaron sobre las derrotas del oficialismo en sus distritos.
Sintomáticamente, a 48 horas de la elección, la central fabril dispuso empezar a informar por escrito sobre sus debates internos. En el comunicado que emitió tras la cumbre en Avenida de Mayo y Lima, la entidad se comprometió a buscar “consensos entre el Gobierno, el Parlamento, las entidades empresarias y las organizaciones de los trabajadores”.
La traducción off the record es algo menos elegante. “Ahora el Congreso pasa a tener un rol fundamental, gracias a Dios. Vamos a hablar con todos: con De Narváez, con Solanas, con todos”, dijo a Crítica de la Argentina uno de sus máximos directivos. Y agregó: “No se tiene que enojar nadie porque nos juntemos. Ni entre nosotros ni con los diputados y senadores”.
Para lubricar su llegada al Congreso, la UIA revitalizará su Departamento de Relaciones Parlamentarias. Lo preside Martín Dedeu, hombre fuerte de las multinacionales mineras. Otras entidades aportarán sus propios lobbistas.
Los empresarios insistirán con la convocatoria al Consejo Económico y Social, un viejo anhelo de la UIA para moderar los reclamos de incremento salarial de los gremios. Hasta ahora se habían conformado con el tope a las paritarias que impuso Hugo Moyano con el aval de la Casa Rosada, pero ahora –crisis mediante– van por más. Antes, lo primero que harán es ponerle fecha a la próxima cita del G-7, que tendrá lugar en pocos días en la Bolsa.
Una de las entidades que se sienta a esa mesa selecta es Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), de la que forma parte a su vez la ultraconservadora Confederación de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). Ayer, mientras la UIA estaba reunida, Carbap hizo público un manifiesto titulado “Negar la realidad con peligroso autismo”, en referencia al discurso del lunes de Cristina Kirchner.
En la UIA también cayó mal la alocución presidencial. “No puede ser que en una democracia consolidada el perdedor no felicite al ganador”, criticó otro directivo, casi como un militante más del victorioso PROperonismo.
Los sectores empresariales listos para relanzar sus reclamos no son sólo la industria y el campo. La Cámara de la Construcción hará lo propio mañana, cuando reúna a sus socios.
La influyente Asociación Empresaria Argentina –un club que cruza a todos los sectores– recién se reunirá semana próxima. Pero se espera que levante la voz contra los cambios a la Ley de Radiodifusión, por el peso que tiene en ella el grupo Clarín. “Ahí hay silencio de radio. O no se dan cuenta del poder que tienen o lo usan sus socios cada uno por la suya”, protestó el jefe de otra cámara patronal.
Atienden la gripe
Los dueños de fábricas evalúan instruir a sus médicos laborales para que atiendan en los propios establecimientos los casos de gripe A que surjan entre el personal. También temen que el ausentismo de los trabajadores –que empieza a incrementarse– genere pérdidas graves a sus negocios.
La pandemia ocupó ayer casi la mitad de la reunión de la UIA donde se trazó el primer balance patronal de las elecciones. “No tenemos que generar pánico pero sí conciencia. El tema es más grave de lo que pensábamos”, dijo uno de los participantes. Lo primero que harán será distribuir barbijos, alcohol e instrucciones de prevención al personal. Luego buscarían que no acudan a los hospitales para evitar contagios.
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=26845
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