domingo, 7 de diciembre de 2008

MONSEÑOR AGUER VS FLOGGER

MONSEÑOR AGUER VS FLOGGER

El arzobispo de La Plata dijo que las tribus urbanas “representan un fenómeno peligroso de fragmentación social”. Y consideró que un muchacho que está integrado en su familia “no necesita reunirse en condiciones tan extrañas, oscuras y marginales”


Flequillos, chupines y esa frenética forma de bailar que puede acalambrar hasta al más pintado de los deportistas. Los floggers están por todas partes, sobre todo en los fotologs, y forman una de las tribus urbanas que mayor crecimiento han experimentado en los últimos meses.

Le rinden culto a la imagen y llegan a protagonizar situaciones asombrosas. Tanto que los más populares -si corresponde la expresión- son muy capaces de cobrar entre 600 y 4.000 pesos por pisar una pasarela, firmar autógrafos y prestarse para las fotos en los boliches de La Plata, el Gran Buenos Aires y la Capital Federal.

Más aún, a Cumbio -la referente del movimiento- sólo le falta aparecer en Animal Planet y a Marco, el rubio principito de la tribu, le ha salido un clon.

Como ocurrió con los chetos, los rollingas y otros movimientos adolescentes, los floggers tienen sus detractores. Lo que no se esperaba era que uno de ellos fuera el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, que en realidad fustigó a todas las tribus urbanas.

Tras contar que un grupo de alumnos de un colegio parroquial le preguntó ¿por qué cree que los adolescentes necesitan integrarse a esas tribus?, el sacerdote se despachó de lo lindo.
“Les dije que me parecía que ellos no pertenecían a ninguna tribu urbana” y “afirmé que no veía que hubiera una necesidad de integrarse a ellas”, dijo el monseñor y prosiguió.

“Un muchacho o una chica que están integrados naturalmente en su familia, que tienen una relación normal y sana con sus padres y sus hermanos, que es miembro de un club y practica algún deporte, o que está integrado en la comunidad escolar, en la parroquia, en algún movimiento o grupo eclesial, no necesita reunirse en condiciones tan extrañas, oscuras y marginales como las que se dan en las así llamadas tribus urbanas”.

“De hecho, el tema de las tribus urbanas es, en la actualidad, objeto de especial consideración y de debate. Existen estudios muy serios acerca de esto, de lo que significa como problema de psicología social con relación a la familia, al sistema educativo y, en general, al tejido mismo de la sociedad”, alertó y dijo: “Se enumeran distintas tribus, como cumbieros, punks, floggers, emos, heavys, skinheads, darks y otros, pues hay una lista interminable. Y me parece que, a veces, se tratan estas cosas con una cierta superficialidad”.

No todos lo son

El obispo mantuvo la charla con un grupo de alumnos de primer año del polimodal, pero las reflexiones acerca de las llamadas tribus urbanas las hizo ayer en el programa Claves para un mundo mejor, que se emite por Canal 9.

La consideración acerca de los floggers es un capítulo más en las alocuciones de este sacerdote que no ha tenido empacho en enfrentar a verdaderos peces gordos: “Yo no veo a los pobres por televisión. Conozco la pobreza desde mi infancia y no me he enriquecido al acceder al Episcopado”, le espetó a Néstor Kirchner, cuando éste era presidente.

Ahora, respecto de las tribus urbanas, dijo lo siguiente: “Algunos se espantan como si todos los adolescentes, todos los jóvenes, pertenecieran a estas agrupaciones y yo quiero decirles que no me parece que sea así. Pienso que la mayor parte de los adolescentes y de los jóvenes viven normalmente sus vidas. Tendrán problemas como los tenemos y los tuvimos todos, pero están integrados, en efecto, en las asociaciones propias y naturales de la sociedad”.

“No obstante, hay que tener en cuenta el problema de las tribus urbanas porque representan un fenómeno peligroso de fragmentación social. Debemos brindar todo nuestro cuidado, toda nuestra atención, a los chicos y chicas, sobre todo en ese momento tan difícil de la adolescencia, para que se orienten correctamente en la vida”.

Aguer concluyó que “si lográramos que la familia se robusteciera en su constitución
natural, si pudiéramos proveer de ámbitos de inserción adecuados para que puedan desarrollarse culturalmente, practicar deportes, y convivir de un modo sano sin descuidar todos los inventos técnicos que hoy se incorporan a la vida juvenil, eso sería una gran cosa, porque estaríamos ayudando a edificar la sociedad argentina del futuro”.

Mientras tanto -y hasta que crezcan o se extinga la moda- los floggers porteños seguirán juntándose en el shopping Abasto y los platenses en el centro de nuestra ciudad.

Diario Hoy

1 comentario:

kAr0 dijo...

Hola mi nombre es carolina...

Te felicito por tu blog,

Lo vengo siguiendo desde hace un tiempito por que me gusta bastante el trabajo que estas haciendo, y he encontrado cosas muy interesantes como esta.

No soy de escribir muchos comentarios en blog, pero este puede ser especial.

Muchas gracias por tu dedicacion.

Te admira kAr0

Si quieres puedes pasarte por el mio y charlamos.

http://blog-beruby.blogspot.com/

Besos