El caso Rucci en la región
El jefe de la CGT, asesinado hace 35 años, es noticia otra vez. Los nexos quilmeños. El nombre que no figura en el nuevo libro que acusa a los Montoneros. Porqué no todos hablaron de Rucci en el Concejo Deliberante de Berazategui. Quiénes quieren olvidar.
Escribe Alberto Moya - A 36 horas de la elección de Perón en 1973, se conocían los resultados de PJ y UCR: Quilmes 111.661 / 33.177; Berazategui 39.149 / 6.900. “Los reventamos”, tituló la revista de la JP, El Descamisado pero no publicó ni una palabra de José Rucci, reventado a balazos.
“SACRIFICADO”, exaltó el diario El Sol: “Entró en la galería de los mártires de un Movimiento que lucha por una patria sin ataduras, trapos rojos, ni dependencia del exterior”, agregó, sin premisa de objetividad.
El intendente de Quilmes, José Rivela, sentenció que “fue víctima de la antipatria”, y sus concejales apuraron un proyecto para imponer el nombre Rucci a la calle Gaboto entre Alem y Las Heras, y poner una placa en Rivadavia.
En Berazategui, el HCD recordó a Rucci y al joven Enrique Grynberg, primera venganza de la derecha.
–Yo había militado en su unidad básica de Grynberg, en Capital.
Recordó Julio Carrilero, de FAR como Mercedes Depino, de Sarandí, quien oyó a Sergio Berlín (el hijo del dueño de Odol): “Me comentaron que los del Oeste venían siguiéndolo y no consultaron a la conducción de Montoneros”.
Miguel Bonasso vio a Iván Roqué (FAR), dibujarle un croquis:
–Te voy a contar con pelos y señales cómo lo hicimos...
José Luis Nell contó:
–Fue una barbaridad. La dirección montonera negociaba con Rucci un pacto de no agresión y alianza frente a López Rega. Entre un encuentro y otro, el sector de Osatinsky lo mató para evitar el acuerdo.
En Quilmes, una figura pública que había ocultado un paquete, quiso salir de dudas:
–Muchachos, eso que les guardé...
Repasó los momentos; la sucesión de hechos; el incidente en la estación de tren.
–... Yo no sabía, si no... (se agarró la cabeza). Es la última gauchada que les hago.
El 5 de octubre, a las 11:15, ‘Bebe’ Castro (presidente del HCD de Quilmes) llegó al Departamento Central de Policía a ver al jefe, general Iñíguez para darle información de la zona sur.
Emiliano Costa (compañero de la hija de Rodolfo Walsh) recibió la confirmación de que “no nos vamos a hacer cargo”, de parte de Mateo, viejo Montonero de la conducción de la columna Capital. En ella estaba, con la máxima jerarquía, Carlos Alberto Del Río, quien habló con un compañero de FAP, Beto M., quien habrá de comentarle a Héctor Spina la charla:
–Me dio a entender que participó del operativo contra Rucci. Y le creo.
El histórico Spina también lo cree.
La placa en memoria de Rucci donde nace la calle Rivadavia fue arrancada por un grupo Montonero integrado por ‘Quique’, de Avellaneda; ‘Lucía’, quien tiene un cargo en la Municipalidad de Quilmes; y dos jovencitas pintarrajeadas que no sabían a qué iban y, cuando vieron de qué se trataba, se pusieron a discutir en medio de lo que debía ser una acción relámpago. La más rubia de ellas, hoy pasó a militar con Angel Abasto.
Cómo murieron los que mataron
Ya en dictadura, Del Río y su mujer (se habían conocido en la farmacia donde ella trabajaba, en Callao y B. Mitre, de la Capital) habrían de recalar en Avellaneda: Detectados y rodeados, envolvieron con un colchón a sus dos hijos y los metieron en el ropero para salvarlos del tiroteo que terminó con ellos sacados en bolsas de nylon.
El jefe intelectual de las FAR, Osatinsky, pasó a la Conducción Nacional de Montoneros cuando se fusionaron el 12/10/73. Dos años después, fue atado con una cadena al paragolpe de un auto y arrastrado por la Policía de Córdoba en toda la ruta. Cuando su cadáver era trasladado por la familia a Tucumán, el ataúd fue robado y dinamitado. Había sido delatado, tras cuatro días de torturas, por Fernando Haymal, (luego sometido a un “juicio revolucionario” y fusilado por sus compañeros).
Iván Roqué, pedagogo, director de escuela y ex sindicalista de CTERA; el 29/5/77, solo en Haedo, se tiroteó siete horas contra la patota de la ESMA. Cuando quedó sin municiones, se metió a la boca su última granada para evitar que el enemigo pudiera exhibirlo como símbolo.
¿A qué se refiere la derecha cuando pide castigar a los responsables del crimen de Rucci? ¿Les parece poco?
No se olviden de José
En la última sesión del Concejo Deliberante en Berazategui, el PJ tuvo ediles que recordaron desde Rucci hasta la Noche de Los Lápices. No fue el caso ni de Jorge Córdoba (UOM en el FpV) ni de Luis Terminiello (ex JP) quien prefirió opinar ante este periodista: “no se puede mirar al futuro con la nuca”.
Muchos piensan como él. Así, vamos a llegar a la misma conclusión que en el período alfonsinista, cuando las necesidades políticas llevaron a minimizar la violencia previa al Golpe para centrarse en lo que habían hecho los militares golpistas.
Hoy, en la zona sur, también hay quien estaría a favor de limitar los juicios al período 76-83: Así, en Berazategui, Juan Mussi no debería explicar cómo tenía a las presas que eran llevadas al Hospital San Martín que él dirigía, y en Quilmes, el Barba Gutiérrez -quien entró a Montoneros, recién dos años despúes del crimen de Rucci- no tendría que explicar su participación en una organización de la que –sigue diciendo– “no le consta” que haya matado a Rucci.
Tal vez por eso, estuvo en la misa de homenaje a Rucci. Eso explica también, el prudente silencio de su edil en Berazategui.
De todos modos, aunque sea cierto que las guerrillas hicieron cosas que avergüenzan hoy a sus militantes, son temas distintos. Lo de Rucci fue tres años antes del Golpe de 1976. Del 24 de marzo en adelante, no hubo “dos demonios” enfrentados, sino uno solo que después de asaltar el Estado, impuso un plan sistemático contra los pocos guerrilleros que quedaban y se dedicó a secuestrar a quienes pedían aumentos de sueldo. Entre ellos, sí estaba el Barba Gutiérrez, y con todo derecho.
El golpe fue financiado por las patronales porque siempre los ricos le pagan a los peores para matar a los mejores y escarmentar a los pobres.
2 comentarios:
Estimado Marcelo;
Estoy interesado en conocer mas sobre este tema, podria ponerme en contacto con usted por medio de un mail ?
Muchas gracias
Carlos
los delincuentes subversivos que infestaron la argentina en la década del 70 fueron son y serán siempre para la historia la mayor desgracia de este país.
y ni siquiera los que siguen vivos son capaces de arrepentirse de lo que nos hicieron.
los milicos también fueron turros y asesinos pero ellos fueron la consecuencia de estos subversivos hijos de puta.
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