EL PERIODISMO QUE VIENE
Fracaso y culpa del periodismo
El caso Pomar es un ejemplo de la inseguridad colectiva expuesta en un sufrimiento individual y familiar profundo e irreversible. El Estado no nos protege.
Por Roberto Guareschi*
El caso Pomar es un ejemplo de la inseguridad colectiva expuesta en un sufrimiento individual y familiar profundo e irreversible. El Estado no nos protege: creo que así se archiva en la conciencia colectiva. La imagen es tremenda: los cuatro cuerpos descomponiéndose en un campo, la policía simulando que los busca y los funcionarios políticos simulando eficacia en los medios masivos.
Creo que los periodistas y los medios tenemos una responsabilidad en la construcción de esa falsedad que duró 24 días y quiero reflexionar sobre eso.
Primero, un contexto. Mi hipótesis es que Scioli y su gente temen/temían que el caso Pomar se convirtiera en ese tipo de tragedias de gran resonancia que de pronto sintetizan un malestar social hondo y fuerte, un Cromañón: allí se condensaron nítidos los orígenes de ese malestar: afán criminal de lucro, corrupción, desprecio por la vida.
Había razones para temer. Hay un malestar hondo y fuerte por la inseguridad ensañada en indefensos e inocentes. Las denuncias de corrupción que involucran a funcionarios le agregan a ese malestar una percepción de impunidad que lo multiplica. No es sólo el estilo violento de los Kirchner: la injusticia en el reparto de la riqueza, visible en los conflictos sociales en la calle y los medios, crea un maremágnum donde todo se potencia y oscurece.
A esta tensión social, a esos malestares, les temen los políticos con cargos ejecutivos. Por eso, las encuestas los auscultan con su “minuto a minuto”, y por eso les responden en el escenario social por excelencia: el de los medios.
Pero el gobierno de Buenos Aires respondió como en un escenario teatral. Los policías de Stornelli no buscaron: actuaron el rol de policías que rastrillaban. Los funcionarios sólo iban al campo y a la ruta a simular una eficacia ante los medios. Reemplazaban la acción con la palabra, decían “miles de policías“ y decían “por tierra y por aire“.
Pero el escenario social implica (sobre todo y todavía) a los grandes medios masivos y a los periodistas. Yo creo que el periodismo tuvo un rol pasivo y deficiente y por eso ayudó a construir aquella ficción política: el concepto “miles de policías“ se plantó en el territorio de los medios, donde a los periodistas se nos reconoce una idoneidad y una función y por eso, una responsabilidad. Supuestamente, sabemos separar los hechos de la ficción. No vimos rastrillajes pero dijimos que se realizaban. Vimos desorientación y la transmitimos sin filtro.
¿Por qué fallamos? Porque no cumplimos con nuestra responsabilidad, primero y principal, y por una inercia negativa propia de nuestro oficio. Los policías, los jueces y fiscales buscan culpables y muchas veces prejuzgan; nosotros buscamos historias y a veces “compramos” y vendemos historias falsas.
Recuerdo ahora una frase atribuída a un periodista brillante y cínico de los años 50 y 60: “nunca dejes que la realidad te impida un buen título” (no lo nombro porque no la escuché de él; la transcribo porque describía una verdad). Muchas veces encubrimos nuestra pobreza con una frase bella. Y muchas veces, llenamos el vacío con construcciones basadas en hipótesis basadas en otras hipótesis.
En el caso Pomar, los periodistas y los medios terminaron envueltos en una trama que no les pertenecía –las urgencias y miedos de Scioli y la Policía– pero no fueron inocentes sino “partícipes necesarios”. Sacaron un beneficio (aparente y efímero) del engaño: construyeron una historia (vacilante, improbable) para satisfacer (chapuceramente) una supuesta demanda de sus públicos y competir con malas artes con otros medios.
Por eso se colgaron de las declaraciones de una fiscal que difundía hipótesis en contra de toda prudencia: conflicto familiar, secuestro, robo, desaparición voluntaria, involuntaria, etcétera. Eso sí, se cubría: “No existe indicio que las confirme”. Llegó a decir que no habían hallado arma alguna de Pomar pero que “pudo haber comprado una en el mercado negro”. Quizás no tiene idoneidad, fue víctima de su fama súbita. O de presiones políticas: diga algo, muestre que estamos preocupados y actuando, metalé.
Esta vez, algunas de las hipótesis insustanciadas fueron pronunciadas por un miembro de la familia de las víctimas: la sospecha de una pelea marital basada en el relato de discusiones; la hipótesis del narcotráfico, apoyada en que Pomar era técnico químico.
La voz de un familiar no convalida una hipótesis ni da legitimidad a su publicación ni da inocencia (“Ah, no lo dije yo; lo dijo la suegra”). La misma familiar, dolida y desorientada, aclaraba que era una suposición. Los periodistas y los medios la convertimos en un daño.
He escuchado lamentos, “me da vergüenza ser periodista”, de colegas que no han intervenido en el caso Pomar. Pero no he leído ni escuchado autocríticas inequívocas, sin reservas. No fueron “ciertos medios” ni “ciertos periodistas”, fueron medios y periodistas concretos los que cayeron en este error, con distintos grados de culpa, la mayoría por acción y algunos por omisión: podríamos haber señalado a tiempo la mala praxis. Esta columna es una autocrítica. También intento reflexionar sobre el error para ayudar a comprenderlo y no repetirlo. Le pedimos autocrítica a Pepe Albistur y nos irritan sus gambetas... No somos proclives a reflexionar sobre nuestro trabajo y cuando lo hacemos no somos rigurosos, nos quedamos en la queja, transferimos culpas: “Lo dijo la suegra”, “lo impone la empresa”; maneras de renuncia. El periodismo que viene es una práctica y una teoría y se construye hoy.
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0426/articulo.php?art=18716&ed=0426
lunes, 14 de diciembre de 2009
sábado, 12 de diciembre de 2009
A propósito de los Pomar y la maldita policía: Una mirada dialéctica de las causas y soluciones al problema de la inseguridad.
OPINIÓN - Dr. Hernán Jaureguiber
A PROPÓSITO DE LOS POMAR Y LA MALDITA POLICIA.
UNA MIRADA DIALÉCTICA DE LAS CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD
Por Dr. Hernán Jaureguiber y Bernardo Alberte (h)
El llamado “misterio de los Pomar” nos ha brindado una muestra mas de nuestra patética realidad.
Hallados los cuerpos y el automóvil a la vera del camino, en el lugar mas obvio para encontrarlos a las pocas horas del accidente, su demora de 24 días es la muestra mas palmaria del siniestro accionar policial y de su descontrol.
Huelgan las palabras para describir la inutilidad de las fuerzas policiales para cumplir sus elementales tareas.
¡Que huérfanos de musas inspiradoras han quedado quienes se atrevan a abordar el genero literario de la novela policial.!
Lejos del genial Sherloock Holmes, nuestros sabuesos han demostrado que sólo tienen olfato para la muzzarela y los delitos de la prostitución y el narcotráfico, claro que en estos casos como socios del crimen.
Las autoridades políticas, muestran su inaniedad de recursos para conducir a los delincuentes de uniforme.
Estas líneas no intentan teorizaciones sobre criminología, ni recetas contra la inseguridad, porque sus autores no tienen el conocimiento para brindarlas.
Sin embargo, sumando todos los casos irresueltos de investigación, prevención y represión del delito, resulta evidente que los agentes del órden vernáculos, únicamente sirven para reprimir protestas estudiantiles, sociales o desórdenes en recitales, sin siquiera lograr los básicos fines de dispersión de la multitud, pese a que en sus fallidos intentos, siempre despuntan su vicio de golpear salvajemente a individuos desarmados.
A la lista de fracasos policiales debe agregarse la impunidad y el escándalo en el procedimiento, que incluye sospechar a las propias víctimas, citando por caso, el del padre de la niña Sofía, detenido y sospechado al igual que ocurrió con Fernando Pomar durante estos 24 días.
Que decir del destino del testigo Julio López. O de José Luis Cabezas. O de la Masacre de Ramallo. O el crimen de Kosteky y Santillán. Siempre la maldita policía involucrada directa o indirectamente. Imposible no sumar a la lista las vinculaciones en el caso AMIA en donde se sospecha del Comisario Palacios, devenido en la respuesta del Jefe de Gobierno Porteño para garantizar seguridad a sus vecinos.
Y entonces, frente al reclamo incesante de sectores de la población clamando ¡ SE-GU-RI-DAD, SE-GU-RI-DAD¡ resulta una obviedad concluir que no puede esperarse un éxito en la materia, contando como sujetos activos de las medidas reclamadas a estos agentes impresentables.
¿Cuantas muestras mas se precisan para saber que quiénes deben garantizar la seguridad, no saben absolutamente nada sobre el tema, ni son idóneos y además están involucrados en los peores crímenes que deberían combatir.?
No se trata de razones ideológicas de izquierda o derecha, como podría suponer un análisis sobre las causas del delito; o la necesidad (o vocación) de algunos sectores de reprimirlo a costa de cualquier medio.
Se trata simplemente del análisis de la segunda opción, no respecto de su legitimidad ética, sino de su efectividad, aún prescindiendo de la exégesis moral.
Darle mas poder de fuego o de operatividad a los elementos policiales, es como darle un cuchillo a un simio, que sin dudas atacará a cualquiera, incluido su amo.
De quienes no encuentran a 4 cuerpos disperdigados en 40 Km, mal puede esperarse que encuentren a un asesino y mucho menos que lo aprehendan en movimiento.
Es inconsistente cualquier argumento que se dirija únicamente contra las autoridades civiles para fundar el descontrol de estas fuerzas, puesto que las condujeron desde menemistas fiesteros, hasta militares fascistas como el caso Rico, llegando a recontras derechosos como Macri, que se topa desde el inicio con el nada fino de Palacios y sus escandalosos espionajes sin poder controlarlo. Tampoco resultaron acertadas las políticas cuasi-progresistas como las intentadas por Arslanian, Juanpi Cafiero, entre otros.
Es notorio que no depende de la conducción política, ni judicial, porque no esperarán que un ministro reemplace al custodio de una sucursal bancaria mientras este manda mensajes de texto en vez de estar atento a la circulación de personas.
Como tampoco puede pedírsele a la fiscal que recorra, a pie o a caballo, los 40 Km. donde fueron encontrados los cuerpos de los desdichados Pomar.
Se podrá decir que las fuerzas deben ser purgadas, pero resulta a todas luces una tarea, por lo menos, sumamente extensa en tiempo que no evacuará las necesidades urgentes de los atemorizados clamantes de seguridad.
Por lo demás, la nobel policía de la Ciudad de Buenos Aires, es el caso mas patente de la imposibilidad de la purga, cuando la corrupción existe antes de que nazca la criatura.
Por lo tanto es notorio que, si existen soluciones, estas no son sencillas ni pueden ejecutarse con la celeridad que espera parte de la población, mediante reclamos amplificados por los tendenciosos medios de comunicación.
Estamos frente a un problema serio, que no parece de breve resolución.
Entonces, admitiendo que la apuesta es a largo plazo se impone el deber de analizar si no es mas conveniente (por supuesto que además de ético) suprimir las causas que producen el delito antes que atacar al hecho ya consumado, puesto que esta tarea, aunque lenta también, parece menos difícil que enderezar a las fuerzas policiales.
EL PROBLEMA NO ES LA POBREZA SINO LA RIQUEZA
Llegado al punto de buscar las causas del delito, cada uno mira para el lado que le parece y algunos para cualquier lado.
A nuestro criterio se equivocan quienes señalan la causa principal del delito en la droga, puesto que drogones hay en todas partes y sin embargo, no siempre en esos lugares existe el mismo tipo de delito que alarma a la clase media argentina. Aún en la clase media local, corre falopa a lo pavote, sin perjuicio de lo cual no todos los faloperos de medio pelo, asesinan ancianas o catequistas, aunque muchos viciosos bursátiles o de otras disciplinas cometan delitos graves como vaciamientos de empresas, tráfico de medicamentos truchos, etc., Pero eso es “harina de otro costal.”
Tampoco aciertan quienes apuntan a la falencia educacional, mientras ellos mismos o su prole, escriben con errores de ortografía o ignorando las efemérides básicas de nuestro calendario, aunque tengan aprobadas sus étapas educativas primarias y medias o inclusive terciarias.
Los brutos, cometen un sin fin de equivocaciones, entre otras, adherir con facilidad a cualquier consigna facilista, arreados por sus miedos y por los medios de comunicación masivos. Sin embargo, tampoco salen a asesinar a mansalva, a tontas y a locas.
Finalmente, y a veces con buena voluntad, muchos señalan a la pobreza como causante del brote de violencia, amparados en la estadística ligera que muestra a los pibes chorros como estereotipados en personas humildes.
Y frente a esta estadística, mas o menos veraz, están los que concluyen que hay que acabar con la pobreza y los que con cinismo sostienen que hay que acabar con los pobres (aunque no se diga directamente, estamos convencidos en la numerosidad de este último segmento de opinión.)
Pero bien, sin querer polemizar con estas opiniones, advertimos que la pobreza no es, en si misma, la causa de tanta violencia, aunque esta la protagonicen a simple vista los pobres.
A mayor abundamiento, muchos de los crímenes recientes, son cometidos por individuos de clase media baja y no por el último escalón social, de lo cual debe descartarse el delito famélico.
La pobreza se encuentra en relación dialéctica con la riqueza y es en este vínculo en donde debemos depositar la síntesis.
En Cuba, mal que le pese a la gusanada, no hay índices delictivos severos, como tampoco los hay en la Suecia Socialdemócrata ni en la Suiza Ultra capitalista.
En uno habrá balseros y jineteras, pero no chorros. En otro, hay suicidios, pero no homicidios a quemarropa por una moto o un celular.
Cómo rezaba el memorable tango de José María Aguilar, aquel guitarrista de Gardel, que con aguda ironía advertía en la crisis del 30 que “...el ladrón es hoy decente, a la fuerza se hizo gente, ya no encuentra a quien robar; y el honrao se ha vuelto chorro porque en su fiebre de ahorro, él se afana por guardar...”
Mas acá en la geografía y mas allá en la historia, en las décadas del 40, 50, 60 y 70, superada la crisis del '30 que abordó el poeta mencionado, (mas allá de los crímenes políticos), no encontramos antecedentes que se parangonen con el problema actual, pese a que, como lamentablemente opinó Menem, pobres siempre existieron.
Y es cierto. Mas o menos, pero pobres siempre existieron en las pampas.
Lo que no existía entonces, era la exposición impúdica de la riqueza, sustentada no solo por poderosos ricachones, sino por clasemedieros con un poco de viento a favor y mucho de negocio non sancto.
Basta con encender el televisor para tener como única realidad a vedetongas con autos descapotables, romances confesados al calor del dinero, conductores con muy poco glamour y mucho de estruendo.
Ascensos sociales con poco merito y con bastante desparpajo en cuanto a la fuente inmoral del mismo.
Si con solo recorrer un barrio de clase media porteño, cualquiera se dá cuenta que, cualquiera, tiene un auto cero kilómetro o una casa que sus padres o abuelos laboriosos no pudieron conseguir al cabo de un vida de trabajo.
Y frente a esta vidriera, la pobreza. La misma que antes, pero mas extensa en su número y mas ansiosa de tomar revancha por un destino que no pudieron evitar.
Repetimos. En las escuelas públicas, a las que concurrimos los firmantes de esta nota, también había chicos pobres llegados de villas de emergencias cercanas, pero todos jugábamos con las mismas bolitas junto al hijo del médico y el portero.
Además, las villas se concebían como lo decía su nombre, en una situación de emergencia y no en un destino inexorable..
Y el que tenía un poco mas, lo vivía con recato, aunque conciente de la diferencia, no abusando hasta el hartazgo de ella.
Por lo tanto y como llegamos al desenlace de estas líneas, pensamos que el problema del delito, si este guarda relación con la pobreza, no se soluciona eliminando pobres, sino curando la pobreza y esta última no tiene remedio si no se ataca a la riqueza.
Son los ricos, no solo en su apropiación, los que producen pobres, tanto por lo que le sacan al miserable, como en la impotencia que en este provocan.
A nadie le gusta ver comer caviar a un semejante, mientras él solo procura un mendrugo.
Nadie soporta con equilibrio ser maltratado en su intento de limpiar un parabrisas de un auto que jamás podrá adquirir y que la publicidad lo muestra como una condición indispensable para ser feliz.
No hace mucho, una publicidad de automóvil mostraba a un horrible narigón, acompañado de una cálida señorita, mientras le dejaba una propina a otra persona igualmente narigona que servilmente le habría las puerta del flamante rodado. En la ocasión el primero se compadecía de la triste situación del segundo, confesando que el coche que adquirió le cambió su autoestima.
Mensaje publicitario vomitivo por donde quiera mirarse.
Nada bueno puede esperarse de una sociedad así concebida.
Aunque eliminen pobres físicamente, otros tantos aparecerán si el sistema consiste en la producción de estos.
Y si del resentimiento se trata, ningún futuro promisorio puede esperarse si quienes lo producen, no echan mano a la humildad en vez de pensar en tanta violencia represiva para paliar lo que ellos mismos generan por su propia naturaleza.
En síntesis, el problema no es la pobreza, sino la riqueza.
La solución no radica en atacar a los humildes, sino en bajarle el copete a los fanfarrones embriagados de bienestar económico.
No ingresar a las villas para encontrar delincuentes, sino ingresar a la AFIP para descubrir ingresos de dinero ilícitos mas importantes que las obtenidas en un arrebato callejero.
No detenerse tanto en el episodio del robo de un automóvil, cómo en la comercialización de las autopartes, efectuadas en lugares bien visibles y consumidos por conciente clientela que no le importa el origen sangriento de lo que pagan mas barato.
No horrorizarse tanto con el patotero, tan difícil de buscar en la multitud, sino con el jefe de la patota, tan fácil de descubrir en las jefaturas de sindicatos.
Estas no son mas que sugerencias no taxativas, pero ejemplificativas para pensar en los verdaderos culpables de tanta violencia y encontrar soluciones, no tan ligeras como las que suponen el grito vacío de SE-GU-RI-DAD, pero mas duraderas y éticas como edificar una sociedad justa, libre y soberana. Consolidada esta sana realidad, la consecuencia será esa seguridad a la que todos anhelan pero que no todos merecen.
Dr. Hernán Jaureguiber;
A PROPÓSITO DE LOS POMAR Y LA MALDITA POLICIA.
UNA MIRADA DIALÉCTICA DE LAS CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD
Por Dr. Hernán Jaureguiber y Bernardo Alberte (h)
El llamado “misterio de los Pomar” nos ha brindado una muestra mas de nuestra patética realidad.
Hallados los cuerpos y el automóvil a la vera del camino, en el lugar mas obvio para encontrarlos a las pocas horas del accidente, su demora de 24 días es la muestra mas palmaria del siniestro accionar policial y de su descontrol.
Huelgan las palabras para describir la inutilidad de las fuerzas policiales para cumplir sus elementales tareas.
¡Que huérfanos de musas inspiradoras han quedado quienes se atrevan a abordar el genero literario de la novela policial.!
Lejos del genial Sherloock Holmes, nuestros sabuesos han demostrado que sólo tienen olfato para la muzzarela y los delitos de la prostitución y el narcotráfico, claro que en estos casos como socios del crimen.
Las autoridades políticas, muestran su inaniedad de recursos para conducir a los delincuentes de uniforme.
Estas líneas no intentan teorizaciones sobre criminología, ni recetas contra la inseguridad, porque sus autores no tienen el conocimiento para brindarlas.
Sin embargo, sumando todos los casos irresueltos de investigación, prevención y represión del delito, resulta evidente que los agentes del órden vernáculos, únicamente sirven para reprimir protestas estudiantiles, sociales o desórdenes en recitales, sin siquiera lograr los básicos fines de dispersión de la multitud, pese a que en sus fallidos intentos, siempre despuntan su vicio de golpear salvajemente a individuos desarmados.
A la lista de fracasos policiales debe agregarse la impunidad y el escándalo en el procedimiento, que incluye sospechar a las propias víctimas, citando por caso, el del padre de la niña Sofía, detenido y sospechado al igual que ocurrió con Fernando Pomar durante estos 24 días.
Que decir del destino del testigo Julio López. O de José Luis Cabezas. O de la Masacre de Ramallo. O el crimen de Kosteky y Santillán. Siempre la maldita policía involucrada directa o indirectamente. Imposible no sumar a la lista las vinculaciones en el caso AMIA en donde se sospecha del Comisario Palacios, devenido en la respuesta del Jefe de Gobierno Porteño para garantizar seguridad a sus vecinos.
Y entonces, frente al reclamo incesante de sectores de la población clamando ¡ SE-GU-RI-DAD, SE-GU-RI-DAD¡ resulta una obviedad concluir que no puede esperarse un éxito en la materia, contando como sujetos activos de las medidas reclamadas a estos agentes impresentables.
¿Cuantas muestras mas se precisan para saber que quiénes deben garantizar la seguridad, no saben absolutamente nada sobre el tema, ni son idóneos y además están involucrados en los peores crímenes que deberían combatir.?
No se trata de razones ideológicas de izquierda o derecha, como podría suponer un análisis sobre las causas del delito; o la necesidad (o vocación) de algunos sectores de reprimirlo a costa de cualquier medio.
Se trata simplemente del análisis de la segunda opción, no respecto de su legitimidad ética, sino de su efectividad, aún prescindiendo de la exégesis moral.
Darle mas poder de fuego o de operatividad a los elementos policiales, es como darle un cuchillo a un simio, que sin dudas atacará a cualquiera, incluido su amo.
De quienes no encuentran a 4 cuerpos disperdigados en 40 Km, mal puede esperarse que encuentren a un asesino y mucho menos que lo aprehendan en movimiento.
Es inconsistente cualquier argumento que se dirija únicamente contra las autoridades civiles para fundar el descontrol de estas fuerzas, puesto que las condujeron desde menemistas fiesteros, hasta militares fascistas como el caso Rico, llegando a recontras derechosos como Macri, que se topa desde el inicio con el nada fino de Palacios y sus escandalosos espionajes sin poder controlarlo. Tampoco resultaron acertadas las políticas cuasi-progresistas como las intentadas por Arslanian, Juanpi Cafiero, entre otros.
Es notorio que no depende de la conducción política, ni judicial, porque no esperarán que un ministro reemplace al custodio de una sucursal bancaria mientras este manda mensajes de texto en vez de estar atento a la circulación de personas.
Como tampoco puede pedírsele a la fiscal que recorra, a pie o a caballo, los 40 Km. donde fueron encontrados los cuerpos de los desdichados Pomar.
Se podrá decir que las fuerzas deben ser purgadas, pero resulta a todas luces una tarea, por lo menos, sumamente extensa en tiempo que no evacuará las necesidades urgentes de los atemorizados clamantes de seguridad.
Por lo demás, la nobel policía de la Ciudad de Buenos Aires, es el caso mas patente de la imposibilidad de la purga, cuando la corrupción existe antes de que nazca la criatura.
Por lo tanto es notorio que, si existen soluciones, estas no son sencillas ni pueden ejecutarse con la celeridad que espera parte de la población, mediante reclamos amplificados por los tendenciosos medios de comunicación.
Estamos frente a un problema serio, que no parece de breve resolución.
Entonces, admitiendo que la apuesta es a largo plazo se impone el deber de analizar si no es mas conveniente (por supuesto que además de ético) suprimir las causas que producen el delito antes que atacar al hecho ya consumado, puesto que esta tarea, aunque lenta también, parece menos difícil que enderezar a las fuerzas policiales.
EL PROBLEMA NO ES LA POBREZA SINO LA RIQUEZA
Llegado al punto de buscar las causas del delito, cada uno mira para el lado que le parece y algunos para cualquier lado.
A nuestro criterio se equivocan quienes señalan la causa principal del delito en la droga, puesto que drogones hay en todas partes y sin embargo, no siempre en esos lugares existe el mismo tipo de delito que alarma a la clase media argentina. Aún en la clase media local, corre falopa a lo pavote, sin perjuicio de lo cual no todos los faloperos de medio pelo, asesinan ancianas o catequistas, aunque muchos viciosos bursátiles o de otras disciplinas cometan delitos graves como vaciamientos de empresas, tráfico de medicamentos truchos, etc., Pero eso es “harina de otro costal.”
Tampoco aciertan quienes apuntan a la falencia educacional, mientras ellos mismos o su prole, escriben con errores de ortografía o ignorando las efemérides básicas de nuestro calendario, aunque tengan aprobadas sus étapas educativas primarias y medias o inclusive terciarias.
Los brutos, cometen un sin fin de equivocaciones, entre otras, adherir con facilidad a cualquier consigna facilista, arreados por sus miedos y por los medios de comunicación masivos. Sin embargo, tampoco salen a asesinar a mansalva, a tontas y a locas.
Finalmente, y a veces con buena voluntad, muchos señalan a la pobreza como causante del brote de violencia, amparados en la estadística ligera que muestra a los pibes chorros como estereotipados en personas humildes.
Y frente a esta estadística, mas o menos veraz, están los que concluyen que hay que acabar con la pobreza y los que con cinismo sostienen que hay que acabar con los pobres (aunque no se diga directamente, estamos convencidos en la numerosidad de este último segmento de opinión.)
Pero bien, sin querer polemizar con estas opiniones, advertimos que la pobreza no es, en si misma, la causa de tanta violencia, aunque esta la protagonicen a simple vista los pobres.
A mayor abundamiento, muchos de los crímenes recientes, son cometidos por individuos de clase media baja y no por el último escalón social, de lo cual debe descartarse el delito famélico.
La pobreza se encuentra en relación dialéctica con la riqueza y es en este vínculo en donde debemos depositar la síntesis.
En Cuba, mal que le pese a la gusanada, no hay índices delictivos severos, como tampoco los hay en la Suecia Socialdemócrata ni en la Suiza Ultra capitalista.
En uno habrá balseros y jineteras, pero no chorros. En otro, hay suicidios, pero no homicidios a quemarropa por una moto o un celular.
Cómo rezaba el memorable tango de José María Aguilar, aquel guitarrista de Gardel, que con aguda ironía advertía en la crisis del 30 que “...el ladrón es hoy decente, a la fuerza se hizo gente, ya no encuentra a quien robar; y el honrao se ha vuelto chorro porque en su fiebre de ahorro, él se afana por guardar...”
Mas acá en la geografía y mas allá en la historia, en las décadas del 40, 50, 60 y 70, superada la crisis del '30 que abordó el poeta mencionado, (mas allá de los crímenes políticos), no encontramos antecedentes que se parangonen con el problema actual, pese a que, como lamentablemente opinó Menem, pobres siempre existieron.
Y es cierto. Mas o menos, pero pobres siempre existieron en las pampas.
Lo que no existía entonces, era la exposición impúdica de la riqueza, sustentada no solo por poderosos ricachones, sino por clasemedieros con un poco de viento a favor y mucho de negocio non sancto.
Basta con encender el televisor para tener como única realidad a vedetongas con autos descapotables, romances confesados al calor del dinero, conductores con muy poco glamour y mucho de estruendo.
Ascensos sociales con poco merito y con bastante desparpajo en cuanto a la fuente inmoral del mismo.
Si con solo recorrer un barrio de clase media porteño, cualquiera se dá cuenta que, cualquiera, tiene un auto cero kilómetro o una casa que sus padres o abuelos laboriosos no pudieron conseguir al cabo de un vida de trabajo.
Y frente a esta vidriera, la pobreza. La misma que antes, pero mas extensa en su número y mas ansiosa de tomar revancha por un destino que no pudieron evitar.
Repetimos. En las escuelas públicas, a las que concurrimos los firmantes de esta nota, también había chicos pobres llegados de villas de emergencias cercanas, pero todos jugábamos con las mismas bolitas junto al hijo del médico y el portero.
Además, las villas se concebían como lo decía su nombre, en una situación de emergencia y no en un destino inexorable..
Y el que tenía un poco mas, lo vivía con recato, aunque conciente de la diferencia, no abusando hasta el hartazgo de ella.
Por lo tanto y como llegamos al desenlace de estas líneas, pensamos que el problema del delito, si este guarda relación con la pobreza, no se soluciona eliminando pobres, sino curando la pobreza y esta última no tiene remedio si no se ataca a la riqueza.
Son los ricos, no solo en su apropiación, los que producen pobres, tanto por lo que le sacan al miserable, como en la impotencia que en este provocan.
A nadie le gusta ver comer caviar a un semejante, mientras él solo procura un mendrugo.
Nadie soporta con equilibrio ser maltratado en su intento de limpiar un parabrisas de un auto que jamás podrá adquirir y que la publicidad lo muestra como una condición indispensable para ser feliz.
No hace mucho, una publicidad de automóvil mostraba a un horrible narigón, acompañado de una cálida señorita, mientras le dejaba una propina a otra persona igualmente narigona que servilmente le habría las puerta del flamante rodado. En la ocasión el primero se compadecía de la triste situación del segundo, confesando que el coche que adquirió le cambió su autoestima.
Mensaje publicitario vomitivo por donde quiera mirarse.
Nada bueno puede esperarse de una sociedad así concebida.
Aunque eliminen pobres físicamente, otros tantos aparecerán si el sistema consiste en la producción de estos.
Y si del resentimiento se trata, ningún futuro promisorio puede esperarse si quienes lo producen, no echan mano a la humildad en vez de pensar en tanta violencia represiva para paliar lo que ellos mismos generan por su propia naturaleza.
En síntesis, el problema no es la pobreza, sino la riqueza.
La solución no radica en atacar a los humildes, sino en bajarle el copete a los fanfarrones embriagados de bienestar económico.
No ingresar a las villas para encontrar delincuentes, sino ingresar a la AFIP para descubrir ingresos de dinero ilícitos mas importantes que las obtenidas en un arrebato callejero.
No detenerse tanto en el episodio del robo de un automóvil, cómo en la comercialización de las autopartes, efectuadas en lugares bien visibles y consumidos por conciente clientela que no le importa el origen sangriento de lo que pagan mas barato.
No horrorizarse tanto con el patotero, tan difícil de buscar en la multitud, sino con el jefe de la patota, tan fácil de descubrir en las jefaturas de sindicatos.
Estas no son mas que sugerencias no taxativas, pero ejemplificativas para pensar en los verdaderos culpables de tanta violencia y encontrar soluciones, no tan ligeras como las que suponen el grito vacío de SE-GU-RI-DAD, pero mas duraderas y éticas como edificar una sociedad justa, libre y soberana. Consolidada esta sana realidad, la consecuencia será esa seguridad a la que todos anhelan pero que no todos merecen.
Dr. Hernán Jaureguiber;
lunes, 7 de diciembre de 2009
PINOCHET-EX DICTADOR DE CHILE-MATO A 2 EX PRESIDENTES DE CHILE:ALLENDE Y FREI.
Ofensiva oficialista a días de elección para captar votos de izquierda:
PC y Arrate valoran propuesta de Frei en DD.HH. como "avance importante" para pacto de 2ª vuelta
Abanderado DC aprovechó anoche su cierre de campaña en Talagante para reforzar los gestos al Juntos Podemos e insistir en su idea de anular la Ley de Amnistía.
ALEJANDRO TRUJILLO Y JAVIERA GONZÁLEZ
Con menciones a Víctor Jara por segundo día consecutivo y haciendo subir al escenario a familiares de las víctimas de Lonquén, Eduardo Frei profundizó ayer sus gestos hacia la izquierda, en el inicio de una fuerte ofensiva de última hora para tratar de captar los votos de ese sector.
Aprovechando su cierre de campaña en Talagante, el candidato oficialista reiteró su promesa de un plan de medidas en el tema de los DD.HH. cuyo eje es la anulación de los efectos de la Ley de Amnistía, apuntando a conseguir votos de Jorge Arrate y de Marco Enríquez-Ominami.
"Quiero saludar a los familiares que sufrieron en Lonquén, porque ése es un drama que Chile todavía no cura definitivamente. Y delante de ellos quiero decirles lo que ratificamos ayer: no a la amnistía, que sigan todos los procesos con la verdad, justicia y memoria histórica y reparación para las familias de Chile", afirmó Frei.
Y su planteamiento encontró acogida en el pacto Juntos Podemos, ya que tanto Arrate como el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, valoraron la propuesta.
El anuncio fue recibido por ambos como un verdadero "triunfo" para las fuerzas de izquierda, desde donde se valoró el hecho como "un avance importante" con miras al acuerdo programático que esperan suscribir con el oficialismo de cara a la segunda vuelta.
El abanderado de la izquierda extraparlamentaria llegó ayer hasta Valparaíso para aprovechar su último fin de semana de campaña en reforzar su llamado a todas las fuerzas de centroizquierda a construir, antes de la primera vuelta, una alianza para impedir el triunfo de Sebastián Piñera en enero.
Allí se refirió al anuncio de Frei. "Esta es una victoria importante de todos los que durante muchos años han luchado por verdad y justicia", dijo Arrate al ser consultado por este medio. Y agregó que "es justamente porque las organizaciones de derechos humanos y los partidos de izquierda han luchado por la memoria y contra el olvido, que la candidatura de la Concertación ha hecho este planteamiento".
"Celebro que Frei haya dado este paso y retome una de las banderas que la Concertación planteaba hace veinte años. Ojalá en los próximos días Piñera y Marco Enríquez-Ominami nos sorprendan y se comprometan también en esta línea", dijo Arrate.
Sus dichos fueron respaldados por el PC, que a través de su secretario general, Lautaro Carmona, valoró la propuesta de Frei como "una señal muy positiva para el acuerdo mínimo que junto a Arrate hemos venido promoviendo". "Este es un avance importante, ya que cualquier plataforma programática mínima de acuerdo parte de la base y debe sustentarse en el combate contra la impunidad", dijo el dirigente comunista.
"Esta es una victoria importante de todos los que durante muchos años han luchado por verdad y justicia".
JORGE ARRATE, CANDIDATO DEL JUNTOS PODEMOS, QUIEN AYER HIZO CAMPAÑA EN VALPARAÍSO.
Ex Mandatario sale "a terreno" con figuras DC que Piñera propuso para su gabinete
Eduardo Frei sumó ayer a cuatro de las cinco figuras de la DC que Sebastián Piñera mencionó como eventuales miembros de un gabinete de su gobierno, para ir "a terreno" en Santiago en el último fin de semana antes de la elección.
Encabezados por el ministro de Transportes, René Cortázar, a Frei se sumaron los ex ministros Mariana Aylwin y José Pablo Arellano (actual director ejecutivo de Codelco), y el alcalde de Maipú, Alberto Undurraga. Sólo faltó el alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego.
Tras reunirse con familias beneficiadas por los planes sociales del Gobierno, Frei afirmó: "A los amigos que les han ofrecido cargos esta semana, les decimos que lo más importante es que las lealtades humanas, políticas y valóricas no se transan en la bolsa, que lo sepa muy bien el candidato de la derecha".
Piñera respondió desde Iquique: "A los que han vivido veinte años en un clima de sectarismo les cuesta comprender qué significa un gobierno de unidad nacional".
Enríquez-Ominami y Piñera critican a Frei
Aunque con matices distintos, Marco Enríquez-Ominami y Sebastián Piñera coincidieron ayer en manifestar sus críticas luego de que Eduardo Frei planteara que en un eventual gobierno suyo anulará los efectos de la Ley de Amnistía.
"Hay un candidato que acaba de descubrir que hay que derogar la Ley de Amnistía (...) No lo habíamos escuchado en 20 años pronunciarse al respecto", señaló el abanderado independiente durante un acto en la comuna de Estación Central.
Fue el diputado Esteban Valenzuela, uno de sus voceros, quien reprochó con mayor fuerza lo que consideró como un cambio de postura del candidato oficialista. "Es una hipocresía que Frei, quien se negó sistemáticamente a recibir a los familiares de detenidos desaparecidos, donó dinero a la junta y protegió a Pinochet de la justicia, ahora quiera plantear una propuesta en derechos humanos", afirmó, para luego instar al senador a aprobar un proyecto impulsado por Enríquez-Ominami que deroga la Ley de Amnistía.
En el acto, el diputado ex PS también hizo un guiño a la izquierda en la recta final de cara a la elección: planteó el reconocimiento constitucional del derecho al trabajo, una propuesta que ha sido planteada por el Juntos Podemos.
En tanto, Piñera apuntó sus críticas al hecho de que Frei reviva temas que dividen al país. "Qué le pasa a Frei, por qué tanta amargura, está optando por el pasado, reviviendo las mismas divisiones, odios y rencores que tanto daño le hicieron a Chile (....) Nosotros vamos a ser un gobierno para todos los chilenos, vamos a ser un gobierno mirando al futuro y buscando reencuentros entre los chilenos", manifestó el abanderado de la Coalición por el Cambio en Iquique, una de sus paradas en su última gira por el norte del país antes de la primera vuelta.
sábado, 5 de diciembre de 2009
UNA PREGUNTA PARA PINKY-LIDIA SATRAGNO PARA LOS IGNORANTES
LIDIA SATRAGNO,PINKY,TE PREGUNTO:AHORA QUE ESTAS EN LA CAMARA DE DIPUTADOS Y SOS UNA FIGURA IMPORTANTE DE LA POLITICA ARGENTINA:¿VAS A PEDIR UN INFORME POR LOS FONDOS QUE LA SOCIEDAD ARGENTINA JUNTO EN 1982 A TRAVES DE ATC-CANAL 7-PARA LOS CHICOS DE LA GUERRA DE LAS MALVINAS,Y QUE VOS CONDUCISTES ESE PROGRAMA ?.ME PREGUNTO EHH...Y PARA LOS PELOTUDOS PENDEJOS DE MIERRDA QUE NOSABEN QUE PASO EN 1982 CON LA GUERRA DE MALVINAS Y LOS FONDOS PATRIOTICOS QUE LOS MILITARES SE AFANRON HASTA LOS CHOCOLATES QUE LA GENTE LE DONABA A LOS PENDEJOS DE LA GUERRA,AVERIGUEN,NO SE QUEDEN EN LA CONCHUDA DE SUSANA PETERA DE SUARES MASON O EN LA VIEJA CHOTA DE LEGRAND,PROSTITUTA DE TINAYRE Y DE OTROS ACTORES DE LOS 50.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Identifican al cuerpo de un delegado de la fábrica Rigolleau desaparecido durante la dictadura
Se trata de Manuel Coley Robles, un delegado sindical que fue secuestrado el 27 de octubre de 1976 en su casa de Quilmes, cuando estaba cenando junto a su esposa y sus pequeños hijos.
El cadáver fue identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Este viernes se anunciará este tema oficialmente a las 11.30, en una conferencia de prensa en la Sala de Acuerdos de la Sala II de la Cámara Federal porteña, en Comodoro Py.
Allí estarán el camarista Horacio Cattani, encargado de las actuaciones relacionadas con la búsqueda de la verdad y destino final de las personas desaparecidas durante la dictadura militar, acompañado por familiares de la víctima y el embajador de España, Rafael Estrella.
Según anticipó Cattani en un comunicado, Robles había nacido el 29 de junio de 1934 en la ciudad española de Barcelona y era delegado sindical de la empresa Rigolleau de Berazategui.
Según testimonios que se presentaron en el "Juicio por la Verdad" de La Plata, Robles fue llevado a distintos centros clandestinos de Detención, entre ellos el "Pozo de Quilmes".
Entre los años 2006 y 2007 los expertos del EAAF trabajaron en el Cementerio Municipal General Villegas de la ciudad de Isidro Casanova, en el Gran Buenos Aires, en el contexto de la "búsqueda de la verdad", porque se creía que allí habían sido depositados como NN los restos de cientos de desaparecidos.
Entonces se pudo determinar que Robles era una de esos muertos: había sido enterrado el 5 de febrero de 1977, con múltiples heridas de bala en distintas partes de su cuerpo, se explicó.
Así lo determinó en octubre pasado un informe del EAAF tras la comparación de los datos genéticos y se lo reportó ante la Cámara Federal de la Capital Federal.
Esta es la primera vez que la Justicia argentina, con la cooperación del Equipo Argentino de Antropología Forense, identifican los restos de un ciudadano español desaparecido en Argentina, se destacó.
Aunque las cifras no son exactas, podría haber cerca de 100 ciudadanos nacidos en España y más de 2.000 de origen español desaparecidos durante la última dictadura militar en la Argentina
http://www.realidadweb.com.ar/detalle.php?id=695
El cadáver fue identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Este viernes se anunciará este tema oficialmente a las 11.30, en una conferencia de prensa en la Sala de Acuerdos de la Sala II de la Cámara Federal porteña, en Comodoro Py.
Allí estarán el camarista Horacio Cattani, encargado de las actuaciones relacionadas con la búsqueda de la verdad y destino final de las personas desaparecidas durante la dictadura militar, acompañado por familiares de la víctima y el embajador de España, Rafael Estrella.
Según anticipó Cattani en un comunicado, Robles había nacido el 29 de junio de 1934 en la ciudad española de Barcelona y era delegado sindical de la empresa Rigolleau de Berazategui.
Según testimonios que se presentaron en el "Juicio por la Verdad" de La Plata, Robles fue llevado a distintos centros clandestinos de Detención, entre ellos el "Pozo de Quilmes".
Entre los años 2006 y 2007 los expertos del EAAF trabajaron en el Cementerio Municipal General Villegas de la ciudad de Isidro Casanova, en el Gran Buenos Aires, en el contexto de la "búsqueda de la verdad", porque se creía que allí habían sido depositados como NN los restos de cientos de desaparecidos.
Entonces se pudo determinar que Robles era una de esos muertos: había sido enterrado el 5 de febrero de 1977, con múltiples heridas de bala en distintas partes de su cuerpo, se explicó.
Así lo determinó en octubre pasado un informe del EAAF tras la comparación de los datos genéticos y se lo reportó ante la Cámara Federal de la Capital Federal.
Esta es la primera vez que la Justicia argentina, con la cooperación del Equipo Argentino de Antropología Forense, identifican los restos de un ciudadano español desaparecido en Argentina, se destacó.
Aunque las cifras no son exactas, podría haber cerca de 100 ciudadanos nacidos en España y más de 2.000 de origen español desaparecidos durante la última dictadura militar en la Argentina
http://www.realidadweb.com.ar/detalle.php?id=695